Jikiden Reiki
Para entender qué tipo de Reiki practico (Jikiden en japonés quiere decir “directamente transmitido”), hay que mencionar brevemente la historia de la evolución de esta disciplina.
El Reiki fue creado en Japón en los años veinte por Mikao Usui, quien constituyó el Usui Reiki Ryōhō, la terapia Reiki de Usui. Esta terapia consiste en pasar a través de las manos una energía vital que tiene capacidad curativa en cuerpo, mente y alma.
Antes de su muerte, en 1926, Usui entrenó a veinte maestros (en japonés Shihans), para que continuaran su legado. Uno de estos maestros, Chujiro Hayashi, enseñó Reiki a una mujer japonesa que vivía en Hawai, Hawayo Takata, hasta el nivel de maestría, exportándolo por primera vez fuera de las fronteras de Japón.
En los años ochenta, gracias a Takata, el Reiki se expandió en todo el continente americano y, sucesivamente, en casi todo el mundo. Durante este momento de expansión fueron integradas en esta disciplina algunas variaciones, a consecuencia de las diferentes culturas con las que el Reiki entró en contacto. Este tipo de Reiki se llamaría sucesivamente Reiki Occidental.
En Japón, el Reiki tradicional siguió existiendo gracias a la ‘Usui Reiki Ryōhō Gakkai’, organización fundada por el maestro Usui, y a algunas familias que lo practicaban en su propio hogar.
En los años noventa el Reiki Occidental fue introducido en Japón y empezó a coexistir con el Tradicional.
Desde este momento muchos maestros de Reiki Occidental quisieron descubrir las técnicas originales practicadas por Mikao Usui.
En 1999 un maestro Reiki descubrí que una señora llamada Chiyoko Yamaguchi había sido alumna de Chujiro Hayashi y había practicado Reiki diariamente en su casa durante 65 años. Ésta era una ocasión única para recuperar las antiguas tradiciones del Reiki original.
Gracias a la insistencia de muchos maestros de Reiki Occidental, que no querían que este gran legado cultural se perdiera, Chiyoko y su hijo Tadao fundaron el Jikiden Reiki Kenkyukai (el Instituto de Jikiden Reiki) y empezaron a enseñar la disciplina originariamente practicada con gran simplicidad y eficacia por su creador.
He tenido la suerte de poder aprender Reiki de Tadao Yamaguchi y puedo afirmar con convicción que las técnicas usadas en el Jikiden Reiki son extremadamente eficaces y de enorme sencillez.
En el Jikiden Reiki existen dos tipos de terapia: una física y una psicológica.
Tratamientos físicos
Durante una sesión de terapia física de Jikiden Reiki el cliente se queda tumbado en la camilla (vestido y sin zapatos) mientras el terapeuta pone las manos encima de su cuerpo. La posición de las manos en determinadas partes del cuerpo y la duración de estas posiciones la decide el terapeuta según el Byosen, es decir la acumulación de toxinas en algunas partes del cuerpo.
En general, el Byosen se acumula en las zonas que más utilizamos (brazos, piernas, articulaciones, glándulas y órganos internos) y es percibida por el terapeuta a través de varias sensaciones en las manos como el calor o el picor.
Qué tiene que esperar el cliente de una sesión de Reiki?
Todo y nada! El cliente puede percibir diferentes sensaciones como olas de energía, calor o una gran relajación que lleva a un sueño reparador. Sin embargo puede ser que no sienta nada.
En cualquier caso, no se tiene que preocupar porque el Reiki hace su trabajo, reduce las toxinas en el cuerpo y permite que la sanación tenga lugar.
Las sesiones de Reiki son muy eficaces en el caso de dolores óseos y musculares, gripe y heridas, ya que permite una recuperación más rápida y una reducción de la ingesta de analgésicos y antiinflamatorios.
En mi trabajo con enfermos de cáncer en diferentes centros de salud y hospitales, he notado que el uso regular del Reiki, reduce notablemente los efectos secundarios de la quimioterapia y de la radioterapia, además de mejorar el estado anímico de los pacientes.
En mi opinión, el Reiki es también extremadamente efectivo en todas las enfermedades definidas como “crónicas” ya que actúa sobre el origen mental o emocional de las mismas.
TERÁPIA PSICOLÓGICA
En el Reiki, hay una técnica llamada Sei Heki (en japonés: mal hábito) que es utilizada para llevar a cabo tratamientos psicológicos. Las circunstancias en las que se puede trabajar son varias y de diferente magnitud: estrés, insomnio, desórdenes alimentarios, tabaquismo, alcoholismo, depresión, etc.
Mikao Usui solía decir que, para entender cómo actúa el Reiki hay que imaginar el lecho de un río: el agua parece clara, pero el lecho está lleno de barro.
Cuando empezamos a aplicar el Reiki es como si estuviéramos removiendo el fondo del lecho permitiendo al barro subir a la superficie y limpiando poco a poco la tierra que aflora.
Al principio el agua estará muy turbia porque la cantidad de barro removida es grande. Luego, poco a poco, sesión tras sesión, la cantidad de tierra que aflora será menor porque el Reiki quita capa a capa la suciedad del lecho del río.
Por esta razón es imposible establecer de antemano la cantidad de sesiones necesarias para la finalización de un tratamiento psicológico.
Hay que permitir que el Reiki elimine capa a capa la causa de la circunstancia de la que nos estamos ocupando incidiendo en el consciente y en el subconsciente del sujeto.
En el caso de un tratamiento psicológico Chiyoko Yamaguchi recomendaba siempre empezar con una sesión de Reiki físico completa, para seguir con otra sesión de Reiki físico y psicológico y realizar una tercera sesión completa de Reiki psicológico. A partir de ahí, el terapeuta seguirá con las sesiones de Reiki psicológico según la evolución del cliente. Es comprensible que, cuanto más tiempo el cliente haya convivido con una situación, más sesiones de tratamiento necesitará para que la situación que le preocupa se resuelva.